GESTIÓN DEL RIESGO CLIMÁTICO EN LA INDUSTRIA
El cambio climático se conoce como “la variación del clima identificable, a través de pruebas estadísticas en decenios o periodos más largos, cambios generados por procesos internos o forzamientos externos” (IPCC, 2014, p5) y “un cambio de clima atribuido directamente o indirectamente a las actividades humanas, que altera la composición de la atmósfera
mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables” (IDEAM, 2014, p 4). Lo que permite inferir que el Cambio Climático es la evidencia de la alteración en las variables del clima, en periodos largos de tiempo, debido a procesos naturales o forzamientos externos, afectando la variabilidad climática.
En el marco internacional se ha adelantado acciones para mitigar y desacelerar el cambio climático desde inicio del siglo XX, se puede considerar que La Conferencia Mundial sobre el clima en Ginebra (1979), fue una de las primeras reuniones internacionales, donde los participantes declararon que iban a prever y evitar los posibles cambios del clima
provocados por el hombre, aun así solo fue cubado el 1988 se creó el Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) por la Organización Meteorológica Mundial con un grupo de 400 científicos, quienes afirmaron que se debe detener las emisiones de gases de efecto invernadero para impedir que el calentamiento global fuera grave; primera vez donde se comprueba que el aporte de GEI por acciones antrópicas aceleraba el efecto invernadero (Vengochea, 2012).
Tras declarar acciones en contra del cambio climático en 1979, la comunidad internacional participó en El convenio Marco de las Naciones Unidades sobre el cambio climático firmado en 1992, donde su objetivo principal fue la estabilización de las concentraciones de GEI en la atmosfera, como respuesta a los resultados presentados por el IPCC. A través, de establecer plazos suficientes para que los ecosistemas logren adaptarse naturalmente a los nuevos cambios, y con ello asegurar la producción de alimentos y el desarrollo económico.
Sus principales principios se centran en 1) que los países desarrollados tomen medidas para combatir el cambio climático; 2) los países firmantes deben tener en cuenta sus condiciones intrínsecas de vulnerabilidad; 3) las partes deberán prever, prevenir o reducir al mínimo las causas del cambio climático y mitigar sus efectos y 4) las partes tiene derecho al desarrollo
(Vengochea, 2012).
Desde la adopción del Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, los países industrializados adquirieron compromisos concretos y calendario de actuación en el protocolo de Kioto (1997), considerándose un gran avance debido a que se logró un acuerdo entre los países firmantes para que redujeran sus emisiones atmosféricas en el periodo 2008 al 2012 en un 5,2% con respecto a los reportados en el año 1990. Fue cuando en el
2007 se inició el proceso de negociación para el segundo periodo de cumplimiento del Protocolo de Kioto a razón que los compromisos adquiridos no se cumplieron. Por tal motivo, se fijó una hoja de ruta (Bali Road Map) con el fin de lograr una visión común, mitigación, adaptación, tecnología y financiamiento, plan que serviría para lograr un resultado acordado y adoptar una decisión en la Conferencia de Copenhague (Vengochea, 2012).
En la conferencia de Copenhague (2009) se logró fijar una meta donde el límite máximo para el incremento de la temperatura media global sea 2 ° C con un compromiso de mantener la temperatura bajo los 1,5° C, para favorecer los países vulnerables. Sin embargo, no se mencionó como se alcanzaría la meta. Un año después, en la conferencia de Cancún, se creó el Fondo Verde para el Clima para financiar proyectos y actividades en
países en desarrollo (Vengochea, 2012).
Autor: Julieth Camila Vargas Camacho
Bióloga Ambiental, Esp. Gerencia Ambiental y Prevención de Desastres, Magíster en Gestión y Evaluación Ambiental
julyvargasc321@gmail.com; 310 769 7923